jueves, marzo 22, 2007

Pulsar

Oh, ¡bella dama vestida de fortuna y buenaventura! Hoy el autor no encuentra palabras, ni monosílabas, ni signo alguno que demuestra con fidelidad (ni cerca) la sublime sensación que le representa el simple hecho de encontrarse nuevamente frente a tu majestuosa presencia.
Siempre te ha tenido, siempre has estado allí, siempre te encuentras junto a el, a veces descansan de la marchitante monotonía de mierda castrante, nunca escapas, nunca desapareces, nunca dejas de latir al ritmo del fuerte oleaje del que son producto.
Eres la estrella que da luz y energía al oscuro diario andar del estratoznaútico autor; sus palabras no alcanzan a llegar donde tu estás, viajera poseedora de su maldito bienestar.
Oscilas entre las tiempos del ardiente limbo y los lejanos campos elíseos, titilando señales incodificables en híbridas claves perfectamente comprendibles para el que te manda respuestas igual de æfectivas y se acredita la autoria de esta sarta de líneas impregnadas de insana literatura.
Desintegrante radiación emerge del halo restante a tu intenso paso, capaz de destruir galaxias infinitas, morir calzinado, putrefacto hecho pedazos, no es problema alguno, pues eres exquizita potencia cataliazadora de incisivo aumento en su sexual factor de estelar satisfacción.
Verte brillar siempre quisiera, aunque en el intento de pronto muriera.

lunes, marzo 19, 2007

Bienvenido

Definitivamente, si existe otro mundo. Existe otro mundo alterno, o al menos uno, si no es que más.
Esas voces que se escuchan como ecos cavernosos difieren mucho de los beats y secuencias que provienen del limbo al que pertenece, y aunque el morbo natural aparece, cierto es que el autor encuentrase lejos (por ahora) de caer en la lúdica tentativa a la que cualquier demente huraño está sujeto a ser objeto.
Las herramientas a su alcance le han sido útiles, le han servido para crear una densa y rica placentera atmósfera a su alrededor.
Para crear nexos con las entes paralelas, ocacionalmente orbitables.

Para involucrar demonios aparentemente exorcisados.
Para emprender una nueva embestida contra lo que pareciera ser un incierto destino.
Para crearse un ego con el cual, aun, sigues siendo tan mortal como fugaz.
Cuídate, estas son excelentes también como armas, armas usadas para destruir, destruirte a ti.