jueves, agosto 16, 2007

Se ve la luz


Está el pantanoso camino tan denso que rasga la piel al paso, pero la luz se ve al al acecho, a la vuelta de la esquina, tan cerca y tan lejos a la vez, ja ja, mucha gente se mira esperando por ti, algunos conocidos, otros no tanto, pero igual, deseosos por verte y tenerte junto a ellos nuevamente.
Tiene que ser éste el último jalón, el final del tortuoso eslabón
siguiente nivel. Para tu propia fortuna, no andas solo, see, eres irremediablemente acompañado por otras entes, ese es reconfortante, ¿verdad?, déjalos, no como acto de arrogancia ni de egoísmo, déjalos como con la firme convicción de verte superando a tu propia adversidad, déjalos para demostrarte a ti mismo la enorme fuerza de voluntad que posees, déjalos que al pasar del sabio tiempo el honroso andar, tus pasos ya no serán los mismos con los que empezaste este tormentoso sendero, serán producto de tu pasión por el aprendizaje y esa gallardía a sobreponerte a las banalidades materiales, déjalos, pero no los abandones, que el final del tramo se acerca, ya se alcanza a ver la llama esperanzadora.
Debes ser humilde y agradecido con todos los que te acompañaron, física o espiritualmente; ya sea con sinceros consejos, agua para beber y pan para comer, los que te indicaban por donde seguir tu camino, los que te apoyaron con herramientas para atravesarlo y a los que se esmeraban por obstaculizarte el trayecto, igual, ellos eran los que te hacían más y más fuerte cada vez.