domingo, julio 15, 2007

Olaz

Mantener la atención siempre fija hacia el horizonte.
Esperar paciente la oportunidad de abordar la ola perfecta.
Tomarla con decisión, ¡sin titubeo alguno!
Deslizarse suavemente sobre las bravas aguas.
El gran océano digno de absoluto respeto,
sabrá reconocer el gran esfuerzo y
la enorme sabiduría del guerrero.

Al final todo se mueve.