miércoles, noviembre 23, 2005

Conçu pour une performance optimale

Cierto es que no sabe ni donde tiene los pies, menos sabe donde está su cabeza; el autor encuentra tomándose bastante en serio esto responsabilizarse de sus actos, pretende mantener completo y absoluto control de sus acciones y todo desquiciado producto emanado de ellas.
El frenético productor de estas alucinadas, aunque francas, sarta de expresiones prosaicas, mantiénese en la ferviente creencia de no tomarse tan en serio las cosas, porque en consecuencia, estas terminarán por no tomarlo tan serio a él. Intentar mantenerse un poco fiel a la expectativa de la sabia, experta y guapísima señorita sorpresa, le provoca singular excitación, mantenerse en permanente estado de vigilia a causa de sus siempre oportunas manifestaciones, constantemente provocan en el un estado pleno de singular satisfacción. Siempre estará agradecido. Por los buenos tiempos, y por lo tan buenos también.
Por un lado esta la escuela, idiomas, licenciatura, más lo que se acumule en los días, dentista, tus caprichos, diseños, letras, melodías, el tiempo, exposiciones, ediciones, gritos, pleitos, la puta memoria a entregar la próxima semana, final de semestre y los partidos de fut en jueves.
Dormir hasta tarde, despertar bien temprano.
No, no todo se puede al mismo tiempo. Sinceramente quisiera que este espacio fuese un poco más plural y ameno, el autor no intenta otra cosa que no sea explayar sus caóticas ideas de manera estratoznáuticamente ordinaria, discúlpenle si a veces se pone muy mamón con choros muy propios de su alarmante persona, pero es que, desde hace varias jornadas, no sabe donde tiene ni los pies, ni la cabeza. Pero lo intenta.