Stan & Wilma
Los pasados días han sido devastadores para un sector muy desfavorecido en el país. El Sur mexicano siempre se ha caracterizado por ser una zona sumamente olvidada por las actuales condiciones de desarrollo, hundidos en la miseria, la pobreza, la hambruna, la enfermedad y el total olvido por las autoridades, así como los supuestos responsables de la igualdad social entre indígenas y el mexicano, como luego se refieren ellos a los que no pertenecen a ninguna etnia de la región.
Paradójicamente, son los lugares, en los últimos años, más afectados por los ciclones y huracanes, no mamen, como que si no les bastara con la precaria vida que llevan para aguantar tanto desmadre climático, y cada temporada de lluvias, parece que así será. Por suerte, o gracias o quien ustedes quieran, acá pa'l norte del Pacífico no ha pasado de tormentas y vientos muy fuertes, marejadas pero hasta ahí. No me imagino que será de las personas que viven en la Isla de la Piedra, aquellos de la Sirena, los que viven por el Castillo y toda esa zona de la marisma mazatleca. Sería catastrófico. De por sí, la economía no termina por levantar, fuera del turismo, la cosa está muy gris, con altibajos, pero ciertamente estancada; ahora sí terminaría por echar a perder todo lo que se ha ganado.
Los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas siempre se han distinguido por ser bastamente hermosos, el viajado autor ha tenido la fortuna de darse vueltas por aquellos lares y créanle cuando les dice que son espectaculares. Existe mucho que hacer por allá. Ok, si les parece, después se podría escribir de eso. El caso es que son lugares preciosos, pero lamentablemente hundidos en una profunda carencia que lejos de verse una solución, los problemas parecen acumularse.
Con el paso del huracán Stan salieron, una vez más, a la luz pública, sin memoria, la aguda miseria en la que se encuentra toda la gente de esa zona. Lo inútil que ha sido el gobierno y todo ese sistema de mierda para hacerle frente al problema.
A los días, el huracán Wilma, hace aparición al otro lado del país, en la península caribeña, azotando gravemente el estado de Quintana Roo y parte de Yucatán. Donde las condiciones sociales no distancian mucho de las de los paisanos del Pacífico, pero las diferencias económicas son terriblemente marcadas, el que nos muy rico, es muy pobre, no hay equidad en la repartición de bienes. Que raro que pase esto en México. (JE, JE)
De aquel lado, en el caribe mexicano, se ha desarrollado una gran infraestructura turística y comercial, gozando esa región de un buen desarrollo económico, beneficiando en mayor medida al capital extranjero, haciendo todavía más grande brecha entre ricos y pobres, claro, eso si, apoyado por los gobiernos mexicanos y los magnates de los grandes nombres comerciales del mundo; es entonces como tal desastre natural ha tomado unas dimensiones mediáticas incomparables como las que se generaron con el anterior desastre en el Pacífico. ¿Qué pedo?
El malpensado autor considera pertinente hacer notar la gran diferencia en cobertura de medios nacionales, llámese Televisa o TV Azteca, en los 2 sucesos.
Actualmente, el gran despliegue logístico, tecnológico con la noble intención de ayudar a los afectados (¿y los del Pacífico?) , ojo, no se está escribiendo que esté mal, se agradece, la ayuda nunca está de más. Pero conociendo como se llevan a cabo tales relaciones públicas entre medios de comunicación oportunistas, gobiernos corruptos y empresarios caciques, no queda más que pensar que tanta desinteresada ayuda no deja de ser puro truque mercantil.
Paradójicamente, son los lugares, en los últimos años, más afectados por los ciclones y huracanes, no mamen, como que si no les bastara con la precaria vida que llevan para aguantar tanto desmadre climático, y cada temporada de lluvias, parece que así será. Por suerte, o gracias o quien ustedes quieran, acá pa'l norte del Pacífico no ha pasado de tormentas y vientos muy fuertes, marejadas pero hasta ahí. No me imagino que será de las personas que viven en la Isla de la Piedra, aquellos de la Sirena, los que viven por el Castillo y toda esa zona de la marisma mazatleca. Sería catastrófico. De por sí, la economía no termina por levantar, fuera del turismo, la cosa está muy gris, con altibajos, pero ciertamente estancada; ahora sí terminaría por echar a perder todo lo que se ha ganado.
Los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas siempre se han distinguido por ser bastamente hermosos, el viajado autor ha tenido la fortuna de darse vueltas por aquellos lares y créanle cuando les dice que son espectaculares. Existe mucho que hacer por allá. Ok, si les parece, después se podría escribir de eso. El caso es que son lugares preciosos, pero lamentablemente hundidos en una profunda carencia que lejos de verse una solución, los problemas parecen acumularse.
Con el paso del huracán Stan salieron, una vez más, a la luz pública, sin memoria, la aguda miseria en la que se encuentra toda la gente de esa zona. Lo inútil que ha sido el gobierno y todo ese sistema de mierda para hacerle frente al problema.
A los días, el huracán Wilma, hace aparición al otro lado del país, en la península caribeña, azotando gravemente el estado de Quintana Roo y parte de Yucatán. Donde las condiciones sociales no distancian mucho de las de los paisanos del Pacífico, pero las diferencias económicas son terriblemente marcadas, el que nos muy rico, es muy pobre, no hay equidad en la repartición de bienes. Que raro que pase esto en México. (JE, JE)
De aquel lado, en el caribe mexicano, se ha desarrollado una gran infraestructura turística y comercial, gozando esa región de un buen desarrollo económico, beneficiando en mayor medida al capital extranjero, haciendo todavía más grande brecha entre ricos y pobres, claro, eso si, apoyado por los gobiernos mexicanos y los magnates de los grandes nombres comerciales del mundo; es entonces como tal desastre natural ha tomado unas dimensiones mediáticas incomparables como las que se generaron con el anterior desastre en el Pacífico. ¿Qué pedo?
El malpensado autor considera pertinente hacer notar la gran diferencia en cobertura de medios nacionales, llámese Televisa o TV Azteca, en los 2 sucesos.
Actualmente, el gran despliegue logístico, tecnológico con la noble intención de ayudar a los afectados (¿y los del Pacífico?) , ojo, no se está escribiendo que esté mal, se agradece, la ayuda nunca está de más. Pero conociendo como se llevan a cabo tales relaciones públicas entre medios de comunicación oportunistas, gobiernos corruptos y empresarios caciques, no queda más que pensar que tanta desinteresada ayuda no deja de ser puro truque mercantil.
Ya no nos quieran dar atole con el dedo.
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