lunes, junio 27, 2005

Lana sube, lana baja

Resulta frustrante en verdad, recordar cuando los progenitores del autor y seguramente de la mayoría de los escasos, aunque aguzados lectores, nos hacían severo énfasis en lo difícil que estaba la situación en ese entonces, ¿qué será?, Hace 5, 10 años. Relativamente no es tanto tiempo, eh. Pero, ¿apoco las cosas no han cambiado?, En serio que los tiempos sí han cambiado, neta, ya no es lo mismo de antes, me cae.
Poco a poco y conforme más estemos involucrados en las absorberntes labores productivas, nos vamos dando cuenta tristemente, que desde esa nostálgica época, se veía venir trágicamente, que lejos de mejorar, las cosas irían de mal en peor. Y tal cual. No hace falta echar tanto choro, ni mostrar cifras apantallapendejos para presentar lo horrorosamente jodido que está la sucia sociedad hoy en día, solo en cuestión de voltear a nuestro alrededor, salir unos minutos a la esquina de la cuadra, ver un poco de TV, ir a dar la vuelta al centro comercial más cercano, observar a los niños en sus tiempos libres, preguntarle a nuestros contemporáneos ¿qué pedo con Jolette? (o como chingados sea que se escriba) o si se tiene la oportunidad, leer un poco de lo que se escribe en esto de los BLOGS, que no necesariamente pueda ser representativo, pero cuanta como realidad social y cultural de nuestros tiempos, ¿O cómo la ven? Ninguna (de)generación se escapa.
El dinero ya no alcanza para nada, y lo que es peor, para hacerlo rendir, se le está empleando de una nueva forma. Su valor adquisitivo, como tal, está por los suelos; su significado está sufriendo una salvaje metamorfosis, pues de ser una herramienta material para la obtención de bienes y servicios del capitalismo, a la lana se le ha estado empleando metódicamente como símbolo universal para la opresión, el abuso y la exterminación de los desafortunados por nacer pobres, quienes parajódicamente somos la inmensa mayoría.