Reporte ABR-05
Han pasado ya más de 15 aporreados y perreados días para el incomodo autor sin haberse podido poner en contacto con sus distinguidos lectores, en los cuales, como en la rutina sorprendente del constante andar del diario vivir de cualquier individuo errante, a este recreador de las irreverentes situaciones de su alucinada realidad cotidiana. Pasole que, sus diversas y múltiples ocupaciones terminaron por absorberle el tiempo empleado para ponerse a compartir su sarta de pragmáticas aportaciones a la colectividad, que tanto les debe; terminaron también con el escaso dinero que puede llegar a entrar a las bolsas de sus roídos pantalones JE, JE; y como se han de imaginar, también con las ganas de usar las malditas computadoras, que se traban justo en el momento menos deben de hacerlo y echan a perder todo lo que se vino redactando, ni pedo.
Pues el pasado mes que acaba de terminar resultó ser de turbulentas emociones encontradas para el autor. Le pasó de todo (un poco), que, sorprendido por sus actos y más todavía por las reacciones que provocó, que rayaron desde lo sublime, lo divertidamente doloroso, lo esperanzador, lo patético y lo trágico. ¿Ecléctico? Quizás.
La verdad es que ha sido muy emocionante pasar por el anterior mes, tal vez de lo mejor que la sucedido al pinchurriento autor en lo que va del año, sino, de lo más variado, eso sí. Razón por lo cual habiase encontrado ausente por tan largo periodo temporal. Perdónlele. Que sino se ahuita.
Los primeros días transcurrieron justo al final de las, ya muy remencionadas, vacaciones de semana santa, cuando todo mundo ya estaba haciéndose a la idea de regresar a la rutinaria vida que nos esperaba, reclamando aprovechar lo que quedaba de las fiestas. Recuerda con gran sonrisa en su rostro, el momento en que el autor encontrase con su destino, frente al arriesgado momento de lujuria y desenfrenada excitación. Pronto, a la escuela y la rutina correspondiente; situación que constantemente prodúcele un sentimiento de frustración terrible al demencial estado de ánimo de nuestro caótico autor, bueno fue que encontró pronto alivio en las futboleras sesiones de los fines de semana, en el castillo, con la bola de borrachos pseudo deportistas, que le acompañaron en el dolor reumático que luego de tanto tiempo de inactividad, la sabia naturaleza cobró sobre sus cuerpos deformados ya por tanto consumo etílico. También estuvo muy de buenas (raro en él) cuando, finalmente, después de otro prolongado periodo de semanas, encontrase en obras de rescate, junto con sus ruidosos cómplices. Tal parece que ya hay planes para continuar ese atascado proyecto sonoro. Si existían una seria de personas con las cuales había estado batallando para encontrar una estable relación de convivencia, esas eran, sus compañeros de escuela. Nunca coincidían con las estrambóticas ideas del que se hace llamar el autor de estos macuarros escritos, vez misma, que se sentían intimidados por algunas actitudes tomados por el sujeto (que poco aguantan); y sorpresivamente las máscaras empezaron a caérseles súbitamente, ni bronca, tenía que pasar tarde o temprano, ahora se han quedado como papas sin Ketsup.
De parte del (en esta meritoria ocasión) solemne autor, para Alma y su preciada familia, por la sensible pérdida de su esposo. Ánimo y pronta recuperación.
Agradecimiento total para aquellos que se han tomado la molestia de dejar sus valiosos comentarios en este BLOG, de verdad.
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