Extremas emociones
Incontenible es en realidad, al arriesgado autor le encanta olerse a ti. Le fascina mantener tu peculiar olor íntimo en su cuerpo. Esa sensación de regresar el tiempo con tu exquisito aroma le excita hasta la demencia celestial. No puede esperar a hacerlo otra vez, así, de esa manera, como le hicieron, la paciencia terminará por comerle desde adentro, si no te ve pronto, inmediatamente.
Se han arriesgado, y mucho, se han jugado el pellejo con tal de sentirse el uno al otro, JE, JE, (que loooooooco), se elevaron a la extrema euforia con vertiginosos movimientos, según me cuenta con sonrisa de oreja a oreja y peculiar brillo en sus azabaches ojos, con esos frescos recuerdos reflejados en sus constantes desvaríos.
Cierto es también, como si hiciera falta puntualizarlo, que siempre le has gustado, desde tiempos que su memoria no alcanza a registrar; tal vez sea que se conozcan desde otras vidas anteriores y le gustabas desde entonces. Cuando llegó él, tu ya estabas, ya habías llegado, ya existías, pudiera parecer como si le hubieras estado velando desde entonces, para que agazapados, los 2, esperando el justo y preciso momento culminar lo que con algún tiempo de anterioridad venía manifestándose entre ustedes. Platicaban gran cantidad de situaciones mutuas, largas horas, en cualquier sitio, parecía no importarles desarrollar ese electrizante estrecho vínculo que les une. Resultó ser, a primera impresión, que fue igual de impactante para ella, como para el lujurioso autor de éstas reveladoras líneas, que se llegara a presentar la alucinante oportunidad. No se lo esperaban, ¿verdad?, claro que no, aunque podrían mentir sus previos encuentros malditos. Suerte, tal parece ser que lo disfrutas en monumental cantidad, porque la vas a necesitar.
Y es que huele tan rico, insiste el molesto autor, que no lo puede resistir, le encanta olerse a ti. No piensa en otra cosa que no sea transportarse de vuelta a tal sublimidad a través de tu fragancia rociada tersa y lentamente sobre él.
Se han arriesgado, y mucho, se han jugado el pellejo con tal de sentirse el uno al otro, JE, JE, (que loooooooco), se elevaron a la extrema euforia con vertiginosos movimientos, según me cuenta con sonrisa de oreja a oreja y peculiar brillo en sus azabaches ojos, con esos frescos recuerdos reflejados en sus constantes desvaríos.
Cierto es también, como si hiciera falta puntualizarlo, que siempre le has gustado, desde tiempos que su memoria no alcanza a registrar; tal vez sea que se conozcan desde otras vidas anteriores y le gustabas desde entonces. Cuando llegó él, tu ya estabas, ya habías llegado, ya existías, pudiera parecer como si le hubieras estado velando desde entonces, para que agazapados, los 2, esperando el justo y preciso momento culminar lo que con algún tiempo de anterioridad venía manifestándose entre ustedes. Platicaban gran cantidad de situaciones mutuas, largas horas, en cualquier sitio, parecía no importarles desarrollar ese electrizante estrecho vínculo que les une. Resultó ser, a primera impresión, que fue igual de impactante para ella, como para el lujurioso autor de éstas reveladoras líneas, que se llegara a presentar la alucinante oportunidad. No se lo esperaban, ¿verdad?, claro que no, aunque podrían mentir sus previos encuentros malditos. Suerte, tal parece ser que lo disfrutas en monumental cantidad, porque la vas a necesitar.
Y es que huele tan rico, insiste el molesto autor, que no lo puede resistir, le encanta olerse a ti. No piensa en otra cosa que no sea transportarse de vuelta a tal sublimidad a través de tu fragancia rociada tersa y lentamente sobre él.
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